viernes, 21 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
Costumbre inexistente
Tal vez
acostumbrarse a la rutina no sea malo después de todo.
Si
me acostumbrase a tus brazos y tú a los míos, si cada mañana me acostumbrase a sentir tu
cuerpo junto a mí, tal vez y
sólo tal vez sería una costumbre que bien podría acostumbrarse al primer minuto
de tus labios con los míos escuchando Magic
Spells de Crystal Castles, y si sucediese
algo más pues yo me acostumbraría a una rutina indecorosa, donde nadie se
enterase más que las constelaciones que se reunirían para observarnos, yo me
acostumbraría, sin duda, a volar hacia otros planetas con tan sólo internarme
en tu mirada.
Esto
es sólo una posibilidad porque también cabe pensar que me acostumbraría a tu
olor, a tu esencia, y de ahí no podría despegarme (pegarme a ti para siempre se
sentiría tan delicioso).
Mi
cuerpo y espíritu -perfectamente- compenetrados esperando un asunto tuyo que no
tienes muy resuelto. Y pensar que...
Tu
tacto y tu olor serían la unión de algo absoluto que es tardío, y aun así
espero. Sigo esperando a que llegues.
Acostumbrarse
a la rutina no suena mal después de todo, si mis ojos están destinados a
arrullarse en tu pecho.
Mientras
duermo, no sé si duermo o estoy despierta pensando que duermo, tú esperas, está
bien, ¿tú esperas? ¿esperas por mí como yo lo hago por ti? ¿si a caso buscas por mí en tu tiempo libre?
El
agua sólo cae pero no cierro el grifo, me gusta el canto que expresa y me hace
imaginarte, es que curiosamente todo lo bello me recuerda a ti, y eso que no te
conozco, como la flor que espera ser concebida por un sol, ellos en sintonía,
ella necesita de él, y son sintonía, pero una sintonía destinada a un nunca,
pues jamás se conocerán y ellos lo saben pero aún así ella vive por él, el sol
está tan lejos… bueno, pero así no te siento a ti, ¿quién dice que tu bendito
recuerdo valga más que yo?, por mí que venga un extraterrestre y te lleve con
él... pero que me deje su dirección para de vez en cuando ir a cargarme de
vida.
De
vez en cuando acostumbrarse a una rutina no está mal, si tu boca esperase un
beso mío cada cualquier día de la semana, a mí no me importa qué día sea hoy ni
la hora, no sé ni dónde estoy ahora si no te tengo. Es que no te tengo, no te
encuentro, ¿dónde andas?
Podría
no quererte porque no llegas, pero no me hace bien; amarte, sin embargo, me
hace muy bien aunque tú no lo sepas. ¿Tendrás un segundo para leer esto? No
importa, ni me conoces.
A
lo mejor este escrito es algo para nadie, tal vez nunca llegarás a leerlo
porque no existes, o existes pero no te conozco, sí, quizás esta tonta
reflexión de una mujer esperando por ti es sólo un maullido hacia un hombre que
no ha existido… ¿o si?... no sé, ¡llega! ¡te extraño!
Me
gusta pensarte, aunque me las averigüe para pensar en tus características, ¿cómo
serás, amor de mi vida?... el color de tu piel cambia en cada sueño mío, no me
he decidido si eres mejor en piel clara o morena, aunque prefiero que sea clara…
sobre tu complexión, a veces robusto, a veces delgado… tus labios siempre son
los míos al igual que tus brazos que sólo piden llenarse conmigo, casi nada
cambia cuando de repente se nos ocurre borrar el cielo y ver qué hay más alla,
¿recuerdas la última vez? Las estrellas abrazaban todo el planeta con su luz,
así como con Wandering Star de Portishead, no sé si sepas que quiero
con tantas ansias hacer el amor contigo al compás de esa pista… seguido sueño
que me haces tuya, y esa canción, de fondo. “¡Ámame con Wandering Star!” –grita
mi organismo, porque desea que su primer orgasmo sea contigo.
¿Ves
que acostumbrarse a lo habitual no es tan malo como todos afuera están
diciendo? Viven la vida sin vivirla porque aman lo vano, lo que no es para
siempre, no sé si tú y yo seremos para siempre, o si al menos seremos para un
día (digo, estos días sigo terminándolos sin conocerte en persona)… pero estoy
segura de que esto vale más que un trabajo en un puesto muy alto en un comercio
reconocido en la ciudad más prestigiosa del mundo.
Estaré
loca. ¿A quién le estoy hablando? Qué más da. Algo adentro de mí me inspira a
escribirte, no estoy loca; Ese ‘algo’ me hace intuir que sí existes, y que
serás para mí en un tiempo, te conoceré y me harás el amor, como estoy soñando
cada noche.
Desde
la nada me abrazas, por eso estoy agradecida. No puedo mencionarte, aún no. No
tienes nombre todavía en mi memoria, tu nombre existe y hasta tienes apellidos,
pero no me los sé, no me los has dicho, ni siquiera tu fecha de nacimiento.
Me
desintegras cuando intento ser, pero soy para ti, y espero por ti, y es algo a
lo que me he acostumbrado. Eres precisamente lo que espero cuando espero.
Tú
no existes, yo estoy desvaneciendo. Existe, aparece, conóceme. Ya.
Jueves 6: Centro Zapopan
Se me imposibilitó ir en Sábado pero aquí está el siguiente lugar turístico :)
Mayores informes: http://www.zapopan.gob.mx/soy-turista/lugares-turisticos/
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)