miércoles, 12 de junio de 2013

Tristeza, pero excelente

Creo que me conozco mejor desde que soy otra.
Que sólo si se fuera soledad me quedaría sola.
Ustedes no conocen este abandono. Me fui sin hacer ruido, sin relojes, sin teléfonos. Yo sola. Y el canto de algún grillo, y la contemplación de alguna constelación de poco brillo.
Y si todo lo que tengo va conmigo, en este absurdo abrigo, que es mi piel, no paso frío, amigo mío.
Mi recuerdo se pierde en el olvido. Como todas las palabras que te dije, y no escuchaste: fueron ruido.
Arrástrame, viento del camino, hasta donde no me encuentre nadie, quiero estar perdida… perdida de ustedes, lo juro.
Descubro que no existe la nostalgia cuando se cree en el futuro.
Tan sólo haciéndole carrera a las madrugadas, buscando figuras en las nubes. Así paso los días. No sé si es martes o lunes. Me escapo del tiempo hasta que ya no me busques.

He estado fuera de mí tanto tiempo, tanto tiempo sin llorar que ya no sé hacerlo.
Se ponen rojos los semáforos si ven que paso.
Si ves que no te entiendo, háblame en mi idioma. Toma en broma todo lo que diga que te asuste. Toma en serio todo lo que tenga que te guste.
Yo he cambiado, o sigo siendo igual de complicada.
Sé que ha pasado algún tiempo, y sé que no he llorado desde entonces sentimientos.
Parecía que el tiempo no avanzaba, pero pasaban los días aunque no pasaba nada. Pero. Pero pasaba algo por dentro de mi cuerpo.

¡Lo siento! Tal vez es demasiado tarde para volver a ser cobarde. Tal vez es demasiado tarde o pronto para volver a hacer el tonto…

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