no por supervivencia sino por orgullo
o por lo que sea que impulse;
Las cosas que se van ya no vuelven,
siempre se quedan entre murmullos.
La vida es triste muchas veces, y sin embargo
hay que sonreír.
A mí me enseñaron a combatir, luchar, derrotar,
anular, desertar, eliminar desde que era pequeña.
Soy agradecida por eso aunque
me muestre algo fría,
pues yo sé que me cuesta sacar de dentro
todo lo mío,
hace tiempo que lo dejé ir al vacío,
sentimientos, todo.
¿Será por amor? ¿será por amar?
Tal vez por amarte,
será que tengo que enamorarme
hasta morir por ti, y sé que aun así
acabaré por odiarte.
Porque así son las cosas en esta vida,
así funcionan:
Lo que nos dice la mente, más tarde
el corazón no tarda en traicionarlo;
vivo buscando un porqué y la única respuesta es
una pregunta,
envié al cielo un socorro y me devolvió
todas las plegarias juntas.
Un chico se marchó un día y desde entonces
no sé de él, ahora te juro que prefiero la soledad
antes que sufrir por el chico más bello.
No caeré en el olvido ebria entre
el licor de las botellas,
todos los sueños yacen
ahumados en el interior de ellas.
En la vida hay momentos preciosos,
también hay momentos precisos,
decisiones tan importantes como
la decisión de tener un hijo.
Dame cobijo entre tus brazos,
sé que me equivoco bastante,
pero a veces es fundamental para rectificar y
salir adelante.
Es más importante respetar que
la soberbia de estar solo,
yo no quiero pedirte nada ¿sabes?
tan sólo quiero dártelo todo.
Sé valorar el tiempo, el llanto,
el cuánto duele perder un ser querido,
esto no se compensa con dinero ¿entiendes?
basta con un abrazo sincero.
La gente se va, para siempre, por eso es
aprovechar cada segundo porque quizás
hoy seas presidente pero
mañana sólo un vagabundo.
Amigos, ¿me quedan? lo siento, lo dudo,
son muy pocos, yo he caminado sola
en el ayer y nunca necesité compañía,
sólo una buena madre, los mejores hermanos,
y una abuela a la que quería,
un cielo en el que antes creía,
un amor sincero al que no veía...
Ha pasado ya la vida y no encuentro salida,
la puerta se cierra y tú me intimidas,
no soy inmortal, no lo puedo evitar,
si dejé de reír para echarme a llorar,
siempre tuve motivos, latidos, heridas,
recuerdos, partidas, y un beso al olvido,
el sentido se fue con
el viento impartido en el llanto,
he sufrido por un ser querido;
todo se alargó, se marchó,
se acabó la maldita esperanza, y
yo aquí sin ti, sin mí,
sintiendo el frío sobre la tardanza,
el pasado volvió y se llevó mi futuro,
después se escondió y no estuve segura,
la felicidad y la realidad
en un mismo barco jamás partirán.
SOY las piedras del camino,
esas que tuercen mis tobillos,
las mismas que discrimino.
No existe ningún regalo más grande que
el presente, por alguna razón se llama así.
No pienso rendirme ahora, toca salir de la cama.
Yo me demostraré que el fuego
no siempre quema,
si yo aprendí a sonreír es porque
ya sentí las penas.
Jamás dejes tu alma en manos de un desgraciado, tal vez se pierda en el tiempo y quede presa en el pasado.
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