domingo, 31 de marzo de 2013

Cielo como sustantivo

El cielo tiene que existir, y yo suelo imaginarlo.
El cielo son nuestros sueños imposibles, 
más allá de las rejas de este mundo, 
el conocimiento de la verdad y de uno mismo.
El cielo es un lugar tranquilo y limpio.
No hay madres sufriendo ni más hombres perdiendo.
Sin traiciones ni sicarios ni centros penitenciarios.
Israelíes y Palestinos más que hermanos, 
La Biblia y el Corán escritas por las mismas manos, 
no hay policías ni dictadores ahí, 
no hay presidentes corrompiendo hasta el fin, 
saludaría a Gandhi y a Martin Luther King;
viendo pequeñas hormigas perdidas que ven pasar su vida;
ningún rey que venerar, ningún jefe al que escuchar, 
el cielo es un lugar hermoso que yo suelo imaginar, 
ninguna ley que obedecer, ni nadie enfermo, 
el júbilo eterno de ver que no pasa el tiempo, 
así de libre es.
El cielo es bello… eso espero.
Abrazar a mis familiares, ¡ver a mi abuela de nuevo!
El rencor se olvida porque nada nos corrompe allá
se abren todos los secretos que la humanidad esconde. 
Estaré allá arriba sonriendo y descansando.
Cielo, divino encanto…
Viajar a todos los planetas y galaxias del universo.
Y me veo volar sin distancias,
sin sufrir ausencias, sin lamentar desgracias, 
pensar que ahí no hay ejércitos ni burocracias, 
ni ricos políticos-cínicos que contratan mafias, 
solo paz y tolerancia sin ansia de poder,
y sin envejecer saboreando el placer de mil fragancias, 
saludar a Sigmund Freud y Albert Einstein y William Shakespeare, 
sin fingir ni discutir, tan solo existir.
Podré dormir sobre el arcoíris y escribir mi propia epopeya, 
organizar tertulias con Dalí, Neruda y García Lorca;
no hay duda, si el amor conforta lo demás no importa, 
las únicas lagrimas vertidas serían de felicidad, 
no habría oscuridad, sólo unidad e inmortalidad;
anhelo un cielo de algodón y terciopelo, 
sin prohibiciones ni censuras, sin injusticias ni juicios,
sin vivir acosada por el desamor…

Negociando con mis sentimientos


Negocié con la desolación,
Nuestro trato fue que haría lo que fuera por ella
Excepto lastimar un corazón más,
Incluyendo el mío…
Negocié con la pena,
Quedamos que estaría conmigo sólo si yo lo permitía,
Y permanecería hasta que yo decidiera alejarla.
Apenas y pude negociar con la apatía,
Estuvo de acuerdo en que sólo se presentaría
Cuando yo ya no tuviera motivos para sonreír.
Negocié con el enojo,
Como es natural, me dijo que estaría a tiempo
En cuanto me frustrara con facilidad.
Fue doloroso negociar con la fragilidad,
Me explicó que aparece en mis inseguridades y
Puede cometer en mí muchos errores.
No pude negociar con la depresión,
Insistió en que este jueguito
De “las negociaciones” es una tontería;
Y que de ésta no voy a poder levantarme,
Y ahí estará ella para acurrucarme.
¡Le digo que no es así!, y no lo considera.
Pero bueno, no me pondré a discutir porque
Es creer que es posible.
Negociar con mis fobias me dio miedo,
Pero sí lo hice…
Estaré tratándolos a falta de fortaleza.
Negocié con la confusión y la incertidumbre,
Ellas se esfuman cuando oro fervientemente a Dios.
Negocié con el ocio,
Carece de validez cuando obtengo un sentido a vivir.
Aparece cuando doy cabida a la pereza… sencillo.
Eficaz fue negociar con la alegría,
Me dijo que está disponible para mí las 24 horas,
¡Qué accesible!
Se encuentra en la apreciación y contemplación:
De los rayos del sol, de una canción, de la risa de un bebé;
En el sabor de la comida, en un abrazo,
En dormir y poder despertar,
En un atardecer…
Pronto negociaré con el amor,
Estoy pensando en decirle que
Mejor ya no llegue
Hasta que traiga consigo la persona indicada L.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Más a fondo sobre axiología

Axiología
Ética, bioética y conducta moral

Introducción

Siendo la axiología una rama que nos orienta para comprendernos mejor como seres humanos en constante convivencia, considero importante abordar el tema en el presente trabajo.

La axiología, fundamentalmente se convierte en la base de las decisiones humanas, nos ayuda a discernir entre varios conceptos, y así jerarquizar nuestras prioridades. Esta estructura de valores creada por medio de ella es la que nos brinda la formación de nuestra propia personalidad ante la sociedad. El propósito de este ensayo es dar a conocer dicho lugar que tiene la axiología y sus ramas en nuestras vidas.

A continuación presentaré qué es la axiología  y su aplicación, así como algunos subtemas, que son la ética, la bioética, la estética y la moral, y sus aplicaciones, respectivamente.

Desarrollo

Axiología
La axiología, del griego axios (valioso) y logos (tratado), es una rama de la filosofía dedicada al estudio del valor. Esta teoría analiza los fundamentos de los juicios que nos llevan a considerar algo es valioso o carente de valor.
Ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos, como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler, han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann.

Valores
En axiología, un valor es una cualidad de un sujeto u objeto. Los valores son atribuidos al objeto por sus características físicas o psicológicas. Esto confiere a las personas una estimación positiva o negativa.
Podemos decir entonces que la creación de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto hacia el objeto.

De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos.
Los valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos.
En cambio, los valores subjetivos representan un medio para llegar a un fin o un deseo personal. Además, los valores pueden ser fijos o dinámicos. También pueden diferenciarse entre sí a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. 

Ética
Para hablar de axiología hay que conocer también la ética, ya que es donde es aplicada principalmente.
La ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto se originó del término griego ethikos que significa carácter.
Una sentencia ética es una valoración moral a personas, situaciones, cosas o acciones.
Se define pues como “la ciencia del comportamiento moral” porque estudia cómo deben actuar los miembros de una sociedad.
Ayuda a la justa aplicación de las normas legales, pero en sí misma no es punitiva desde el punto de vista jurídico, sino que promueve una autorregularización.

Se divide en varios subconjuntos como son:
  Metaética: Valoración de las teorías éticas.
  Cristiana: Basada en la moral cristiana que proviene de la revelación divina.
  Empírica: A partir de la experiencia, costumbres.
  Utilitarista: Basado en una maximización cuantitativa de consecuencias buenas para una población
  Revolucionaria: Basada en los principios morales que sustentan una revolución

Bioética
La ética puede dividirse en varios estudios, entre los que destacan la axiología, la eudomonología, la deontología y la bioética, siendo esta última originada  del griego bios y ethos: ética de la vida.
La bioética se ocupa de promulgar los principios que deberá observar la conducta de un individuo en el “campo médico”.
En una visión más amplia no sólo hay que considerar lo que afecta a los seres vivos, sino también al ambiente en que se desarrolla la vida, por lo que también se desarrollo la ecología.

El criterio ético fundamental que regula esta disciplina es el respeto al ser humano, a sus derechos inalienables, a su bien verdadero e integral: la dignidad de la persona.

Estética
Este otro campo es también aplicación importante de la axiología.
Deriva de las voces griegas aisthetikê que es sensación o percepción, y aisthesis, sensación o sensibilidad. Así pues, tiene como objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza.
Los «valores estéticos» –bello, feo (K. Rosekranz publicó en 1853 una Estética de lo feo), sombrío, fúnebre, elegante, cursi, hermoso, claro, horrendo, sucio, asqueroso, armonioso, destemplado, esbelto, gracioso, fino, grosero, desmañado, sublime, vulgar, guapo- y los juicios de valor correspondientes están presentes en la estética y sus estudios.

Moral
Ahora bien, el común denominador de los temas mencionados sin duda es la moral. Del latín mores: costumbre, entendemos a esta como el conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que guía para actuar.

El término moral tiene un sentido contrario al de inmoral (contra la moral) y amoral (sin moral). Inmoral hace referencia a todo aquel comportamiento de una persona que viola una moral específica. Por otra parte, el concepto de amoralidad es una postura en que las personas se consideran carentes de moral, por lo que no consideran los actos humanos como malos o buenos.

Moral subjetiva
La elección personal determina la moralidad subjetiva. Cada individuo tiene el derecho de elegir ideales de moral específicos según los cuales vivir su vida. La moralidad subjetiva también sugiere que nadie tiene el derecho de demandarle a los demás a que se adhieran a los mismos ideales éticos que ellos. Es así que la moralidad subjetiva es opcional.

Moral objetiva
Es un conjunto de normas morales que existen como hechos sociales, independientemente de que un sujeto desee acatarlas o no. Por lo tanto, la moral objetiva es universal.

Conducta moral
Los actos morales se producen por el convencimiento de que el actuar de un individuo siempre se realiza por ciertos fines y que todo el que hace algo, lo debe hacer con un fin. Y, en cambio, no actuar por inercia, costumbre, tradición irrazonada o la llamada <<mentalidad de masa>>.

Moral y ética
El concepto de moral se diferencia de la filosofía moral (ética) en que ésta última reflexiona racionalmente sobre los diversos esquemas morales con la finalidad de encontrar principios racionales que determinen las acciones, es decir, busca principios absolutos o universales, independientes de la moral de cada cultura.

Conclusión

Podemos hablar de que cada uno poseemos una “axiología personal”, creada por nuestras experiencias acumuladas en nuestro cerebro. O también perteneciente a una comunidad, como pudiéramos decir, una “axiología religiosa”. Pero hablando de los “valores universales” estaríamos hablando de una “axiología general”, porque, se supone, deberían ser aplicados en todo tiempo y en todo lugar.

Si establecemos a un grupo de individuos, un conjunto de valores (subjetivos) para que los acomoden en nivel de importancia, como el dinero, los deportes, la moda, sabemos sin duda que cada uno tendería a acomodarlos de acuerdo a sus datos y, por tanto, difícilmente se coincidiría con el orden exacto de otro. Es así como podemos hablar de que cada uno poseemos nuestra propia axiología.
Constantemente vemos cómo nuestra axiología “choca” con la axiología de otro, originando conflictos, porque lo que para uno es muy importante, para el otro puede no serlo tanto. O cuando alguien hace un juicio valorativo, no sólo depende del objeto al que está valorando, sino también de él, de sus propios “datos acumulados”. Lamentablemente a veces tomamos lo que no nos corresponde, sin razonar que “su axiología es la que enjuició”, la que opinó, y no la verdad en sí.

No intento proponer un cambio en “nuestras axiologías”, porque sé que por más modificaciones que hagamos a ellas, jamás podríamos conciliarlas, y porque aparte están en constante cambio. Sólo pretendo concluir que los juicios de valor son naturalmente personales, es así como percibimos nuestra realidad, y por tanto, carecen de certeza. Sin embargo, los juicios valorativos ayudan a orientarnos hacia qué dirección seguir.

Bibliografía

·         presentación power point “valores y sentido de vida” por Mtro. José Manuel Carrillo Izaguirre
·         williambarba.blogspot.mx/2012/01/la-axiologia.html
·         otravezanayantzin.blogspot.mx/2013/03/un-poco-sobre-axiologia.html
·         enciclopedia.us.es/index.php/Axiolog%C3%Ada
·         es.wikipedia.org/wiki/Valor_(axiolog%C3%ADa)
·         es.wikipedia.org/wiki/Axiolog%C3%ADa
·         definicion.de/etica/
·         definicionabc.com/salud/bioetica.php
·         es.wikipedia.org/wiki/Bio%C3%A9tica#Definici.C3.B3n_y_dominios
·         es.wikipedia.org/wiki/Moral
·         ehowenespanol.com/cuales-son-diferencias-moral-objetiva-subjetiva-info_231303/
·         es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%A9tica
·         filosofia.org/filomat/df649.htm





lunes, 25 de marzo de 2013

Mi esencia en lenguaje escrito


No sé por dónde empezar… ¿debería saberlo? No creo, de toda forma voy a cometer un error al intentar describir mi esencia en palabras. La esencia no debería ser escrita, sino simplemente sentida. Pero es precisamente mi propia esencia la que me lleva a escribirla, ya que gran parte de mi esencia se afana en ser mostrada en lenguaje. Es algo que me define, escribir y escribir sin principio ni fin, acerca de lo que sea. Sólo aprovecho el momento en que mi esencia me lo dicta, y empiezo. Sé que realmente después de que termine de escribir esto no tendrán ni una noción de lo que en verdad mi esencia es; soy de los que creen que el lenguaje limita, y nunca llega a transmitir lo que se quiso decir, siquiera llega a acercarse.
Esencia es lo que venimos conservando desde que nacimos, o transpersonalmente hablando, desde que fuimos. Yo pienso qué características llevo conmigo desde el mero inicio de mi ser, pero por razones lógicas sólo recuerdo algunas, las cuales no me cuesta recordar. Primera de ellas, y de las más marcadas, es mi necesidad de interiorizarme, denomínese aislarse, introversión, ser antisocial, solitaria. La verdad es que no encuentro ningún concepto que defina a la perfección lo que quiero decir sobre mí, no las veo correctas. Es simplemente preferir la soledad antes que relacionarme con personas, es preferir estar en casa leyendo que afuera cantando. Eso desde pequeña, por eso esencia. Desde chica me apartaba de los demás y creaba un mundo muy a parte; desde el kínder me imponía como la inadaptada. Fui creciendo y ha permanecido en mí eso de gustar de observar y analizar.
No vengo acá a escribir sobre mi esencia con intención de criticarla, o de categorizar características como buenas o malas. Eso es subjetivo. Yo sólo hablo como en lenguaje paralelo al de un dios. Aunque sé que un dios no andaría describiendo esencias; en pura palabrería en español, castellano o lo que fuese. Sepa como hablen los dioses, pero se me ocurrió. Así soy yo.
También mi creatividad ha sido permanente, un ser creativo no sólo en manualidades, qué risa, mi creatividad cuando creo métodos para solucionar problemas cotidianos, creatividad al declararme, y en todo. Soy creativa, astuta, cuando sí me piden hacer una tarea de tal forma, la hago de otra.
Otra partícula de mi esencia es, sin duda, preguntar. Supe que preguntar sobre todo, no había quedado en “la etapa de los porqués”, sino había caminado conmigo hasta ahora, siendo adulta. De pequeña me preguntaba, como todos los niños, muchas cosas. Ahora sigo haciéndolo. Bastantes más preguntas. Cuestiono, y es parte de mi esencia. Aun recuerdo preguntas tan filosóficas que desde 5 años me planteaba, sólo como hobbie. Porque luego llegaba un amiguillo a interrumpirme con sus "trivialidades" de salir a jugar.
Mi esencia es no abrirme demasiado, o abrirme demasiado. Es así, soy un completo panteón, y un centro comercial.
Y es que creo que todos tenemos asuntos personales-sagrados que no deberían andarse parloteando en terapias grupales. Pero ellos no piensan así, no les cuesta soltar la sopa, se desahogan y fluyen.
Cuentan de sus vidas, yo sólo los escucho, y aunque mi Ello quiera burlarse, mi moral lo calla. Cuando es mi turno, sólo le digo a la maestra que no tengo nada qué compartir (cuando en realidad tengo un millón), entonces sólo dice: Siguiente. No la juzgo. Pasa su vida como psicóloga escuchando fregadera y media de personas. Bien le va que yo no desee hablarme.
…Pero… ¿En qué absurdo he caído? Me encuentro aquí y ahora, tratando de explicar mi esencia. Jamás podría. Ni con toda la sabiduría universal. Pero así soy yo.
Hoja y media eséntica, y ya me cansé.

Defectos


¿Qué hay en contra de los defectos?, ¿qué tanto señalan en aversión a ellos? Consejeros, psicólogos, maestros, padres, sacerdotes, predican  eliminarlos como un paso a ser mejores personas… Muy su sugerencia.

Por mucho tiempo, o más bien, toda mi vida, intenté avanzar conforme a eso -a pesar de encontrar la sugerencia un tanto extraña- traté de encontrar un camino para desterrármelos, porque “eliminar mis defectos era clave de todo éxito”. Algunas veces el camino fue arduo y doloroso y al final, vacío. Otras veces se tornaba fácil y agradable, pero al final, vacío. “Luchar contra mi propia naturaleza”, ¿no suena extraño?... Para mí lo es. Y es la razón por la que siempre me sentido así, vacía.
No sé cómo ni cuándo caí a mi propia conclusión de que mis defectos no deberían ser ajenos a mí, como los predicadores balbucean. ¿Por qué avergonzarme de ellos? Si de alguna forma, hasta los pecados –mis pecados cometidos- constituyen parte de mi vida, formaron parte de mi historia en un momento determinado. Es como arrancar una hoja del libro de mi vida. La historia simplemente dejaría de tener ilación.
Y los miedos, las obsesiones, compulsiones, manías, y fobias… todas “esas cosas raras”, forman parte del ser humano, andan inherentes e insoslayables (con o sin conciencia de ello). Sigo sin entender porqué son tema de admiración, un tabú para mucha gente. ¿Por qué tendemos a ocultarlos?. Al guardarlos no hacemos más que ocultar parte de nosotros mismos.
Yo quiero conocer, conocer realmente a “la persona”. Mi primer enunciado es: muéstrate. No quiero conocer sólo “lo mejor” de cada persona, ¿de qué me sirve? Eso es lo de menor importancia. Porque “lo mejor” no existe, cada individuo vamos creándolo, le añadimos y a veces le restamos; no es natural. “Lo mejor” para mí más bien sería “la parte rara” de cada persona. Porque llega a ser deshonesta. “Lo mejor de mí” es igual a “lo que me conviene que conozcan de mí”.  Eso de dar lo mejor de nosotros me es tan absurdo, es como darme a conocer por encimita (posiblemente para o por agradar a los demás). Yo quiero conocer profundamente, o al menos tener una noción de esa profundidad de cada ser humano con quien me relaciono. Quiero sus miedos, sus pecados, su Ello, su adversario, todo “lo oscuro” y prohibido. Lo que por tiempo ha estado asomándose; porque ¡por supuesto que se asoma!, más de las ocasiones que podríamos imaginar.
Ahora bien, tampoco digo que deberíamos aliarnos de ellos, exaltarlos ni menos darles auge. Sólo propongo, o más bien, externo que forman parte de nosotros, y entonces merecen honor: una buena opinión. Piensa en una vez en que uno de tus miles de miedos te sacó de apuros, te hizo evitar algo que después pudo haber sido doloroso. O cuando uno de tus pecados te hizo aprender una lección. Cuando una de tus obsesiones te llevó a experimentar, a vivir. Y una de tus fobias te abrió los ojos, a que algo pasado te había tenido en cadenas. Sólo son formas de exteriorizar carencias, necesidades insatisfechas. Nada de qué persignarse.
Si crees en un Dios pasado de mano en mano, de culto en culto, probablemente no lo entiendas.



When all of your flaws and all of my flaws are laid out one by one
Wonderful part of the mess that we made we pick ourselves undone
All of your flaws and all of my flaws, they lie there hand in hand
Ones we've inherited, ones that we learn
They pass from man to man

You have always worn your flaws upon your sleeve
And I have always buried them deep beneath the ground
Dig them out, let's finish what we started
Dig them out, so nothing's left undone


All of your flaws and all of my flaws, they may have been exhumed
We'll see that we need them to be who we are
Without them we'd be doomed

When all of your flaws and all of my flaws are counted

All of your flaws and all of my flaws, they laid out one by one
Look at the wonderful mess that we made we pick ourselves undone


viernes, 22 de marzo de 2013

Jueves 10: Guachimontones

Recibiendo el bendito equinoccio 2013:





  




Participó la Asociación de Reiki...

  


              ...También algunos chamanes




 Una escuela gnóstica...





Y yo... de sincretista, investigadora-accionista, husmeadora, o como le quieran llamar...


miércoles, 20 de marzo de 2013

There's a hole in my soul


Paso miles de horas en mi salón, meditando porqué a veces nos destrozan el corazón… o nos lo destrozamos al permitirlo…
Ahora llego tarde… aunque no sé a dónde voy, quiero llegar en primero para saber dónde estoy…
Quiero 12 años, o menos si es posible… El jugar al escondite para mí era imprescindible… Hoy por hoy, aun jugamos a ese juego, aunque no sea en un parque pero… ¡estamos ciegos!
A veces saber tanto es malo para el corazón…
Sé que somos diferentes, y cada persona un mundo… mi padre sabe de esto, y sé que no me confundo.
Madre sólo aquí hay una, y quizás no sea perfecta, pero por ella sé que es lo que necesito para andar en línea recta. Puede que no valore en cariño que me da, el apoyo en su momento y lo que por mí pasa.
Tengo mis cosas claras, y mis dudas a parte…
Me encanta ver esos niños jugando en cualquier parte. Sinceramente lo hecho falta, el ser un niño que hoy sólo veo en las marcas: que tengo en mi mano, o bien, en aquellas fotos que hoy miro, y me doy cuenta de que lo que tengo no es poco. ¿Tiene importancia? ¿Quién se la quita? La vida que mide, y dice que se limita.
Llorar por un suspenso quizás sea un regalo, llorar por alguien que sube al cielo… eso es diferente.
Rematar con los demás un simple mal día: detalles que desde arriba no son más que tonterías.
Sentir la pena en la piel, notar un escalofrío, llorar sola imaginando que algo me falta, y es tan frío; inexacta, confundida, aturdida, preocupada, nerviosa… es algo de lo que he sentido.
Valora, valóralo, ahora adóralo, ama lo que tienes, y, si puedes, mejóralo.
Tantos que hablamos de la vida, y no tenemos ni idea, la vida habla de nosotros, nada más vernos ahí afuera.
Somos tantos los que dudan, y tan pocas las respuestas… tantos que dejan todo y dan la vida por muerta.
La puerta que abro, ayer estaba cerrada… Y hoy “sólo sé que no sé nada”.
Llorando en las noches porque ya no soy pequeña. Y es lo que más duele. Cuando lo pierdes todo. Los abrazos de mi madre cuando me sentía sola. Momentos que no olvidaré. La muerte de mi abuela me hizo perder la fe… y desde aquel momento crecí.
Porque no escuchan, no entienden. No sufro por llegar, porque nadie me espera, al menos de la manera en que quisiera, y desespera.
Haciendo caso al corazón, para hacerlo más libre, posible a la razón.
Más bien me afecta ver que para muchos la vida vaya en línea recta… ¿cuántos más seremos? ¿cuánto más podremos aguantar? ¿cuánto? Desde que nací supe que volaría con el viento, abriendo paso al sufrimiento. Por lo tanto, ¿qué esperas? ¿que pase la vida sentada?... Viviendo una película en la que no hay ningún guión.
Mi alma es libre, y pertenece a los que me han dado todo sin pedir nada, a mi madre, a mis hermanos, a mi abuela… a todos aquellos que estaban y ya no están aquí, brindo por ellos, a mi lado, de verdad, gracias por darme el aire que no falta en este aliento.
El exceso uso de razón me ha obstaculizado tener fe y amar… sí, tener fe, en las cosas que no veo ni puedo comprobar pero que siento. Amar sin pensar, sólo dejarme llevar por el sentimiento…

There are so many levels in the sky


Todo es relativo…
La vida gira, y no se detiene, a ella me debo… Pero no es tan fácil… Un día estás arriba y al siguiente caes al suelo…
Y no, no entiendo al mundo…
Todo es relativo en este sitio, aquí nada es indudable sin dudar…
Quiero libertad y paz, en la razón que nos encierra, quiero vivir en el cielo, después morir en la tierra, quiero ver sinceridad, necesito la verdad.
Mis instantes: tristes ratos de felicidad.
Quiero amar a quien yo quiera, y no querer a quien debiera… Quiero ver de dónde vengo, quiero conocer quién soy, y quiero llegar donde espero, para saber dónde voy.
Hoy me siento con más fuerzas, con ganas de vivir, mañana seré débil, preocupada, por sufrir.
Cada día veo la vida con distinta perspectiva, puede que hoy diga una cosa y mañana me contradiga… No sé dónde está mi sitio, y cómo encontrar mi futuro.
En cada acción existe un riesgo, y un peligro que no sé si debería correr.
Y dudo que vaya a cambiar, si ni siquiera soy yo.

martes, 19 de marzo de 2013

¿Valdrá la pena?

Estoy nerviosa…
No sé si hoy en día algo valga la pena…
Sí, otra vez es Anayantzin ensimismada, hablando sobre ella misma y su cuestionable existencia…
¿Valdrá la pena cada día despertar y orar?...
Me despierto todos los días cuestionándome porqué los que más he amado se han tenido que marchar… no me da pena que demás se enteren de lo que ahora no puedo evitar sentir… de alguna forma –extraña y dudosa forma- soy humano, y puede que entre tantos, alguien se sienta igual…
Un día mi hermano contrajo matrimonio, y yo no sabía qué estaba pasando… sólo sabía que tenía que adaptarme a mi nueva vida sin él, al menos sin él en casa, y eso era lo que importaba, “¿de qué me valía saberlo sin tenerlo?”. Mi segundo hermano dijo adiós un par de semanas después… aun me pregunto cómo es que pueden “vivir” mis dos hermanos sin verse uno al otro desde hace 12 años… Todo lo que creí permanente resultó no serlo, aun inocentemente creí que mi padre se quedaría en las veces que venía a visitarnos, (“esta vez sí”, decía yo) ahora realmente no creo ni un pi de lo que su confusa boca habla…
Todo eso me ayudó a crecer… supongo; pero hoy, hoy me sorprendo a mí preguntándolo todo…
Cuando creo estar mejor, bien, veo vídeos caseros o fotografías… Suficiente para dejar de estarlo… mi hermano menor se siente igual que yo, en una lucha constante e incesante entre lo que es su nueva familia formada y su familia de crianza, una dualidad, una distancia entre dos países.
¿Valdrá la pena, de verdad?
La otra vez vimos un vídeo sobre los planetas en youtube… al final nuestro planeta no era ni siquiera una pelota, ni un punto. Sino desaparecía, literalmente, al mostrar planetas más grandes… no somos nada, y yo me encuentro ahora llorando por unos seres humanos. Qué trivial.
Sigo buscando “algo”, con el que no logro dar; pertenezco a una religión que de pequeña me lo dio todo, sencillamente todo, me forjó, me dio valores, principios y enseñanzas, ahora me encuentro rechazando todo lo que venga de ella, peor es no saber porqué, (ni siquiera es que dude, tan sencillo como fuera eso) y tomando otros caminos como lo es lo místico, la magia, el tarot y la transmutación. Lo peor es que temo que eso que ando buscando se encuentre dentro mío, eso sí da miedo, y no la saga de Saw… Creo que es por preferir enfocarme en cómo me ven los demás. Es mucho más “fácil” echar un vistazo a un reflejo mío, de lo que es verme completamente. Por lo menos eso es lo que pienso inconscientemente. Aunque de cuando en cuando se hace evidente que estoy gastando demasiada energía al tratar de comprender lo que otra gente ve de mí, y ajustando así mi conducta a sus expectativas. Es agotador llegar al final de un día normal.
A veces predico sobre la importancia de la soledad, “platicas internas”, el valor de la introversión, pero quién soy yo, paso la mayor parte del tiempo conmigo misma y ni siquiera me conozcoCuando digo conocerme finalmente, resulta que ya he cambiado.
¿Qué fue en un principio?...
Me he visto a mi misma en alguien, y ya le hablado de lo que siento y pienso, lamento decir que tengo miedo… me abrí con ese conocido-desconocido ser… tengo miedo de sentir esto que siento nuevo… imagino si así exactos son los eclipses… me da miedo, perderme… saberlo existente…
Voy con un grupo de compañeros, algunos me llaman “cielito” con ternura, y me abrazan, dicen estimarme pero yo no lo siento… tengo miedo de familiarizarme con ellos, y más miedo me da saber que es inevitable. Por eso siempre deserto de todo, nada termino, sólo digo adiós antes de colocarme en un sentido de pertenencia… esta vez sí quiero terminar, no sé porqué.
Hay días que siento muy seguro saber que hay “alguien” supremo que me entiende, y no juzga que a veces lo juzgue, le pido que no me olvide aun cuando yo me haya olvidado de él… o ella… Es un dios no-egoísta, no es creado por los humanos ni movimientos ni nada limitante, porque comprende la necesidad de todos por alcanzar la felicidad… sí, sueño de todos, y creo que lo que nos hace diferentes uno de otro son las herramientas tan peculiares que tomamos para alcanzarla; algunos dicen encontrarla en una religión (yo quisiera), otros en el comercial de un nuevo modelo de auto… ni hablar… sé que entiende dios nuestro afán, y el porqué a veces nos alejamos tanto de nosotros mismos, unos con otros y consigo mismos, en ambos sentidos, nos aislamos, de alguna manera, para encontrarnos.
De pequeña me encantaba una película, su nombre era “Sally Marshal no es un alien”… la veía una y otra vez, me gustaba ver cuando Sally realmente sí era un alien, y partía de este planeta a ser donde era.
Cuán añoro volver a ser niña… el niño todo lo cree, se deja guiar sin apuro, es espontáneo, natural… Llegué a ser como niña aun en la edad adulta por algún tiempo, pero hubo “otro tiempo”, no sé cuándo, por ahí de los 17 años, empecé a dudar, a cuestionar, a juzgar y prejuzgar, a ponerle a todo miles de etiquetas, a categorizar y, por qué no, a criticar y sentirme criticada... empecé a dejar de ser. Ya no sé si es normal, pero ¿valdrá la pena?... me sorprendo aquí sentada frente a esta máquina escuchando a Ludovico Einaudi; escribiendo de no sé qué, en un intento apresurado por desahogar…
A mí me fascinan los gatos, cuando veo uno es mi máxima expresión de ternura. Me gustan los bebés también y otras cuestiones cursis como el rosa.
Extraño gente, y no quiero.
¿Qué es la vida? ¿Qué es el ser humano?
¿Valdrá la pena simplemente intentar resolverse? Pero es que no encuentro de otra, o eso, o despertarse, levantarse, tomar un desayuno, tomar un baño, vestirse, y partir de “casa” a “cumplir con las obligaciones”, regresar, entrar a casa, hacer tareas laborales, escolares y hogareñas, prender tv para “volver a salir de casa”, dormir… figurar que nada ha cambiado, al menos no con la propia existencia…  sí con el mundo… los noticieros y algunos artículos dicen que estamos evolucionando… lo deducen por eso de “la tecnología”, pero ¿realmente?... ¿valdrá la pena dicha evolución? Tanto sé mucho que me doy cuenta que no sé nada… Pudiera mencionar qué piensa mi religión al respecto, o la gnosis, también el budismo, y todas esas finas corrientes en que me he involucrado… pero concluyentemente me quedo sin nada…
Volar es lo que quiero… al menos por ahorita; porque “quiero por temporadas”.
¿Por qué mi papá jamás me ha dicho te amo? Es una pregunta retórica, verdaderamente no quisiera que fuese contestada; sólo se me hace curioso… y anormal, conforme a mi propia experiencia… pero sí, creo abiertamente como posibilidad que no lo diga porque simplemente no lo sienta, ¿y qué?... me agrada pensar eso porque entonces creo que de su boca salen puras cosas sinceras, ¿para qué decir te amo si es una farsa? Así quiero ser yo, así soy yo… intento crear coherencia entre lo que siento y expreso. Love is a mystery dice Ludovico Einaudi, y también el no-amor es un misterio… ahora veo… Tengo un amigo huérfano que se le ve muy feliz… “él no es trivial como yo”, a veces pienso. Porque no se estanca en preguntas que no dependen de él… sino es a medida que puede.
Hay cosas que me duelen, como ahora que encuentro mi casa tan vacía, como lo ha sido desde hace 10 años… y hay cosas que me hacen feliz, intento que sean cosas dependientes sólo de mí, como cuando mi cuerpo me hace un llamado de tener sed… yo le correspondo, y siento cómo es que puedo cumplir con mis necesidades vitales…
No sé qué sea para mañana, ¿valdrá la pena predecir el futuro? ¿O dejarse llevar por la corriente?
Veo por mi ventana a los bípedos televisivos, a veces me dan nauseas, pero los dejo ser… bastante tengo con yo no-ser. “Ellos son felices”, pienso… “al menos”…
Sí, muy probable es que todo esto que escribo en Word lo pase a Blogger… ya de a poco he pasado de ser una lápida a una feria abierta 24/7… Sí, es muy probable que todo esto escrito sea brote de una crisis existencial o personal, ¿pero cuándo acabará? No le veo fin, y ni siquiera razón… ¿valdrá la pena?... algunas veces la diviso, pero no estoy segura…
Las personas nos hacemos aparecer ante otras por alguna razón, a veces extrañas e insoslayables razones… sólo quiero imaginar que apareció por una importante.
Quiero amar.
Ya no sé cuántos escritos tenga sobre lo que siento y otros sobre lo que pienso, acerca de cosas, son muchísimos, unos en Word, carpetas “llenas”, muchos ya en blogger, otros en mi usb… algunos en mi cabeza… unos hasta en metroflog.com… yo no sé, escribir es de las pocas cosas en donde no tomo control, y, en cambio, me dejo llevar.
¿Valdrá la pena vivir? ¿Sin poder tener jamás la certeza –excepto por medio de fe- quién te autorizó estar acá o qué te obligo a existir? Yo creo que sí, sólo es cuestión de encontrar un sentido personal y buscar fe, aunque sea debajo de las rocas de esta roca grande en que nos plantaron.