No sé por dónde
empezar… ¿debería saberlo? No creo, de toda forma voy a cometer un error al
intentar describir mi esencia en palabras. La esencia no debería ser escrita,
sino simplemente sentida. Pero es precisamente mi propia esencia la que me
lleva a escribirla, ya que gran parte de mi esencia se afana en ser mostrada en
lenguaje. Es algo que me define, escribir y escribir sin principio ni fin,
acerca de lo que sea. Sólo aprovecho el momento en que mi esencia me lo dicta,
y empiezo. Sé que realmente después de que termine de escribir esto no tendrán
ni una noción de lo que en verdad mi esencia es; soy de los que creen que el
lenguaje limita, y nunca llega a transmitir lo que se quiso decir, siquiera llega
a acercarse.
Esencia es lo que
venimos conservando desde que nacimos, o transpersonalmente hablando, desde que
fuimos. Yo pienso qué características
llevo conmigo desde el mero inicio de mi ser,
pero por razones lógicas sólo recuerdo algunas, las cuales no me cuesta recordar.
Primera de ellas, y de las más marcadas, es mi necesidad de interiorizarme,
denomínese aislarse, introversión, ser antisocial, solitaria. La verdad es que
no encuentro ningún concepto que defina a la perfección lo que quiero decir
sobre mí, no las veo correctas. Es simplemente preferir la soledad antes que
relacionarme con personas, es preferir estar en casa leyendo que afuera
cantando. Eso desde pequeña, por eso esencia. Desde chica me apartaba de los
demás y creaba un mundo muy a parte; desde el kínder me imponía como la inadaptada.
Fui creciendo y ha permanecido en mí eso de gustar de observar y analizar.
No vengo acá a
escribir sobre mi esencia con intención de criticarla, o de categorizar
características como buenas o malas. Eso es subjetivo. Yo sólo hablo como en
lenguaje paralelo al de un dios. Aunque sé que un dios no andaría describiendo
esencias; en pura palabrería en español, castellano o lo que fuese. Sepa como
hablen los dioses, pero se me ocurrió. Así soy yo.
También mi creatividad
ha sido permanente, un ser creativo no sólo en manualidades, qué risa, mi
creatividad cuando creo métodos para solucionar problemas cotidianos,
creatividad al declararme, y en todo. Soy creativa, astuta, cuando sí me piden
hacer una tarea de tal forma, la hago de otra.
Otra partícula de mi
esencia es, sin duda, preguntar. Supe que preguntar sobre todo, no había
quedado en “la etapa de los porqués”, sino había caminado conmigo hasta ahora,
siendo adulta. De pequeña me preguntaba, como todos los niños, muchas cosas.
Ahora sigo haciéndolo. Bastantes más preguntas. Cuestiono, y es parte de mi
esencia. Aun recuerdo preguntas tan filosóficas que desde 5 años me planteaba,
sólo como hobbie. Porque luego
llegaba un amiguillo a interrumpirme con sus "trivialidades" de salir a jugar.
Mi esencia es no
abrirme demasiado, o abrirme demasiado. Es así, soy un completo panteón, y un centro
comercial.
Y es que creo que
todos tenemos asuntos personales-sagrados que no deberían andarse parloteando
en terapias grupales. Pero ellos no piensan así, no les cuesta soltar la sopa,
se desahogan y fluyen.
Cuentan de sus vidas,
yo sólo los escucho, y aunque mi Ello quiera burlarse, mi moral lo calla.
Cuando es mi turno, sólo le digo a la maestra que no tengo nada qué compartir
(cuando en realidad tengo un millón), entonces sólo dice: Siguiente. No la
juzgo. Pasa su vida como psicóloga escuchando fregadera y media de personas.
Bien le va que yo no desee hablarme.
…Pero… ¿En qué
absurdo he caído? Me encuentro aquí y ahora, tratando de explicar mi esencia.
Jamás podría. Ni con toda la sabiduría universal. Pero así soy yo.
Hoja y media eséntica, y ya me cansé.
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