miércoles, 8 de agosto de 2012

Esta parte mía de un todo que soy yo

Mi post pasado me hizo pensar un poco: Qué dificil soy. Porque fácil, fácil no soy jaja.
Hubo un tiempo que aun recuerdo en que yo era la persona más expresiva y cariñosa del mundo, lo que más habla de eso como ejemplo es que cada que llegaba mi mamá de trabajar yo me lanzaba a abrazarla, besarla, apapacharla, y a decirle todo lo que sentía por ella que había acumulado durante todo el día. En sus eventos especiales (como el día de las madres y su cumpleaños) yo era la persona más detallista y considerada del mundo, y para con todos también lo era, no se me pasaba nada. Sabía encontrar la manera perfecta para hacer sentir bien a las personas, resaltando sus virtudes o diciendo vanidades como decir: "Qué hermosa blusa te has comprado", "qué bien se te ve ese pantalón", "¿te hiciste algo? te ves más guapo/a"... Daba todo por todos, por así decirlo, y era sencillo el trato conmigo, tenía muchísimos amigos por cierto (de esos amigos esporádicos, claro está que para tener amigos verdaderos es un largo recorrido)...
Pero los años han pasado, y no de en valde.
Me he cerrado bastante al trato con los demás (véase otra de mis entradas Naturaleza introvertida) sin proponérmelo. Ya no soy la misma persona "cotorra" quien contaba todas mis penas y aflicciones hasta a los vagabundos de la calle -sin exagerar- yo era tan alegre que cualquiera podía notarlo porque yo lo irradiaba. Saltaba, me ensuciaba, comía con las manos, usaba bikini... blablabla... todo eso que conlleva ser espontáneo.
Ahora pocos saben sobre mí, de mí, aquellos pocos que se han ganado mi interior, para todo el resto me he perdido; ya no me confío de todos así de fácil y sin mérito alguno de por medio...
"Soy difícil y muy pocos me entienden".

He pensado que tal vez es un cambio que nos pasa a todos, nacemos con un pensamiento inocente con el que le confíamos todo a quien sea, pero nos suceden experiencias que nos ayudan a aprender que quizás no sea correcto compartirnos con -cualquiera-, nos ayuda a equilibrarnos y dejar de ser tan confianzudos. El problema es cuando de plano nos hacemos desconfiados ¿no?  
Bueno, y esto fue sobre la Desconfianza, el otro punto es mi Inexpresividad.
¿Las personas que amo... lo sabrán? Es una pregunta que gira en mi mente todo el tiempo... ¿la mente duele? Porque ahora tengo un dolorón de cabeza pensando en ello; es algo que me atormenta (¡a veces!), pues ellos sólo ven esta parte de mí como piedra, la que saluda -apenas- saludando... la ruda que nada le afecta... la difícil Anayantzin... la indiferente... y todo eso... escondida en su mundo que intriga... "¿qué tanto hace Anayantzin en su mundo? ¿a qué se dedicará en él? ¿será felíz ahí dentro?"... no sé... me refiero a no sé qué pensarán de mí (porque las respuestas sí las sé), lo que también sé es que muestro mala educación y a alguien amarga... como en mi otra entrada similar a esta dije que: "esta bien ser como uno quiere ser mientras no afecte a los demás y/o a uno mismo" y creo que con esto si estoy afectando a los míos, no en un grado que les imposibilita la vida pero seguramente les hace triste por un momentito, e incluso algunos han de pensar si me habrán hecho algo ofensivo. Es que no saben que no tengo molestía, enojo o algún tipo de irritación (aunque eso parezca) es más bien como pena, miedo a que me hagan daño o por ahí.
Pero ahora sí que mi respuesta a todos ellos es: "No eres tú, soy yo".
Esta es la parte dramática, la parte en que no me gusta ser así, porque hago sentir mal a los que me aman, sólo por eso.
También, pienso si será muy sano ser así.



Por otro lado positivo, Me Gusta Ser Así porque:
Cuando le confío algo a alguien, cuando demuestro lo que siento por alguien... de antemano ellos saben que ¡ES AUTÉNTICO!, pues no soy de las personas que andan por aquí y por allá abriéndose con todos. 
Ellos saben que cuando mi boca se abre es porque mi mente está lista para asumir una VERDAD. Es complicado hacerme abrir la boca sólo por hablar... siempre trato de ser prudente.
Y por supuesto que Puedan confiar en mí.
Y no tengo nada qué esconder, es sólo que prefiero observar antes de hablar, ha sido mi lema por 19 años y lo seguirá siendo. Y los que han permanecido conmigo lo saben, y por eso han permanecido. Familiares y amigos.

No juzgo a la multitud que no aprecia el silencio y toman como herramienta esencial la palabrería, así que pido no me juzguen a mí. (Esta te la debo a tí, Kierkegaard).

No digo más, ya dije mucho. Sólo puedo resumir que dentro de mí hay un mundo fantástico que no muchos les interesa conocer, pero quienes han tenido curiosidad de avergüarlo saben bien, bien de lo que hablo, y estoy segura que dentro de tí, lector, hay cosas que ni tú mismo conoces, aprendamos a escucharnos, es maravilloso.


 
Ja, este vídeo me gusta: No tengo amigos - Genitallica 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otra vez para Anayantzin: